Más de 4.500 hectáreas de viñedo, con una altitud sobre el nivel del mar de 720 m, climatología continental con influencias mediterráneas, inviernos crudos y veranos calurosos, nos ofrecen las condiciones idóneas para cosechar frutos de gran potencial polifenólico, donde la variedad autóctona, Bobal, nos da un carácter único. Entre nuestras variedades principales también contamos con Tempranillo, Syrah, Macabeo o Verdejo.
Nuestros viñedos están cultivados de forma artesanal, por más de 800 familias de viticultores, que gracias a su esfuerzo, trabajo y dedicación, generación tras generación, nos garantizan un fruto sano, origen de unos vinos extraordinarios.
El cultivo de la vid y la cultura del vino son el alma y la tradición de todo nuestro pueblo.
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